El 1 de diciembre, el futbolista ecuatoriano Pedro Pablo Perlaza, defensa del Delfín Sporting, equipo de Manta que milita en la Seria A de Ecuador, fue secuestrado en Atacames, Esmeraldas, mientras disfrutaba de unas vacaciones. Junto a él, su amigo Juan Carlos Morales también fue víctima del crimen. La situación generó gran preocupación en la comunidad y entre los aficionados al fútbol, especialmente dado el aumento de la violencia en Ecuador en los últimos años, donde el crimen organizado mantiene constantemente en jaque a las autoridades.
La Policía Nacional de Ecuador llevó a cabo un operativo de rescate que culminó exitosamente la noche del 4 de diciembre. Según el comandante de la Policía en Esmeraldas, Diego Velástegui, los agentes fueron recibidos a disparos al llegar al lugar donde se encontraban retenidos los hombres. A pesar de la resistencia de los captores, los policías lograron liberar a Perlaza y Morales, quienes fueron encontrados descalzos y visiblemente maltratados, pero con vida.
¡TREMENDO TESTIMONIO! 🙏🇪🇨🥺
— StudioFútbol ⚽ (@StudioFutbol) December 5, 2024
“Es algo de volver a vivir y seguir para adelante”, las palabras de Pedro Pablo Perlaza, luego de ser rescatado por la Policía Nacional del secuestro sufrido hace unos días.pic.twitter.com/blOkhVwJhY
Un país tomado por la delincuencia
Este incidente se produce en un contexto alarmante para Ecuador, que ha visto un aumento significativo en la criminalidad. En 2023, el país reportó una tasa de homicidios de 47,2 por cada 100.000 habitantes, lo que representa un incremento notable respecto a años anteriores. La violencia ha afectado no solo a ciudadanos comunes, sino también a figuras públicas como Perlaza.
El defensa de 33 años, quien ha tenido una destacada carrera en el fútbol ecuatoriano, había regresado recientemente al club Delfín después de haber tenido éxitos previos con otros equipos como Liga de Quito y Aucas. Su secuestro ha resaltado la vulnerabilidad incluso de los deportistas profesionales en un entorno tan peligroso.

Rápida reacción
La rápida acción de las autoridades fue crucial para evitar una tragedia mayor. El gobernador de Esmeraldas, Javier Buitrón, confirmó que ambos hombres se encontraban en buen estado de salud tras su liberación y que no habían recibido demandas de rescate durante su cautiverio. Este hecho ha generado un debate sobre las medidas de seguridad necesarias para proteger tanto a ciudadanos como a figuras públicas en el país.
La liberación de Perlaza y Morales es un alivio para sus familias y fanáticos, pero también plantea interrogantes sobre la seguridad en Ecuador y las estrategias que deben implementarse para combatir el creciente fenómeno del secuestro y la violencia criminal.