Recientemente, los jugadores de Colo Colo decidieron no participar en un evento promocional de una marca patrocinadora del club, debido a la falta de pago de los premios acordados por su desempeño en la Copa Libertadores de la temporada anterior. Este desacuerdo generó un clima tenso dentro del plantel, que se vio reflejado en la cancelación de una sesión fotográfica oficial que estaba programada para el evento. La situación ha puesto en evidencia un quiebre significativo entre los futbolistas y la dirigencia del club.
Ante este escenario, Jorge Almirón optó por suspender los entrenamientos programados del 26 al 30 de diciembre, permitiendo que los jugadores se tomen un descanso hasta el 2 de enero, cuando se reiniciará la pretemporada. Esta decisión busca aliviar la presión sobre el equipo y dar tiempo para resolver las diferencias con la directiva. Según informes de medios locales, el entrenador considera que es fundamental descomprimir el ambiente antes de retomar las actividades.
Estrategia para recuperar la cohesión
La suspensión temporal de entrenamientos no solo busca dar espacio a los jugadores para pasar las festividades con sus familias, sino también para que se pueda abordar el conflicto interno. Almirón tiene la intención de que esta pausa ayude a restablecer la confianza y el sentido de unidad dentro del equipo. El regreso a la actividad está programado para el 2 de enero, fecha en la cual se espera que los jugadores puedan realizarse la fotografía oficial que quedó pendiente.
La situación actual refleja un desafío considerable para Almirón, quien deberá trabajar no solo en aspectos tácticos y físicos, sino también en restaurar la armonía dentro del vestuario. La capacidad del entrenador para gestionar este conflicto será crucial para el rendimiento del equipo en las próximas competencias.
