Cristian Garin se destacó en el Australian Open al convertirse en el único tenista chileno en avanzar en el torneo, tras vencer a Borna Coric en un partido que se resolvió en tres sets. Esta victoria no solo significó su clasificación a la segunda ronda, sino que también lo posicionó como el quinto jugador nacional con más triunfos en torneos de Grand Slam, alcanzando un total de 23 victorias y superando a Nicolás Massú, quien se quedó con 22.
A pesar de su éxito en este encuentro, Garin había estado alejado de las victorias en el cuadro principal de un major desde 2022. Su última victoria en un Grand Slam había sido contra Jiri Lehecka en el US Open de ese año. Este regreso al triunfo en un torneo de tan alta categoría representa un momento de renacimiento para el tenista chileno, que enfrentó un largo período de desafíos en la competencia.
El regreso de un guerrero
En una entrevista con ESPN, Garin compartió sus impresiones sobre el encuentro. Reconoció que comenzó el partido con ciertos nervios, señalando que "en el comienzo estaba un poquito nervioso". Este tipo de ansiedad es comprensible, considerando que no había jugado en el cuadro principal de un Grand Slam desde Wimbledon. Sin embargo, a medida que avanzó el partido, su desempeño mejoró notablemente. "Cuando fue pasando el partido me sentía jugando muy bien, con mucho ritmo de la qualy, cómodo con mi juego, claro con la estrategia y terminé jugando dos sets muy sólidos", indicó el tenista.
Garin se mostró optimista respecto a su desempeño en el torneo y la posibilidad de recuperar su mejor nivel. La victoria sobre Coric no solo le otorga un respiro en su carrera, sino que también le ayuda a construir una base sólida de confianza para los futuros desafíos. Su próximo rival será el tenista norteamericano Taylor Fritz, con quien se enfrentará el jueves en Australia. Este nuevo desafío también será una oportunidad para que Garin continúe demostrando su capacidad en la cancha.
Con su triunfo, Garin se une a la lista de tenistas chilenos que han dejado huella en los torneos de Grand Slam, donde la competencia es feroz y el nivel de juego es extremadamente alto. La trayectoria de Garin ha estado marcada por altibajos, pero su dedicación y esfuerzo lo han llevado a destacarse en el circuito profesional.