Antes de que iniciara el segundo tiempo del partido entre Godoy Cruz y Talleres de Córdoba, un hecho violento llevó a la suspensión del encuentro. Un hincha del equipo local lanzó un proyectil que impactó en la cabeza de uno de los jueces de línea. Ante esta situación, el árbitro principal, Yael Falcón Pérez, tomó la decisión de finalizar el partido.
Agresión al juez de línea
El asistente Diego Martín recibió un fuerte golpe en la cabeza tras ser alcanzado por un tubo que le provocó una herida en la frente. A raíz de esta agresión, se generó una hinchazón inmediata, lo que llevó al árbitro a tomar la decisión de suspender el partido cuando solo faltaban 45 minutos para su culminación. Esta decisión fue recibida con preocupación por parte de los protagonistas del encuentro.
"Godoy Cruz"
— Tendencias en Deportes (@TendenciaDepor) February 4, 2025
Porque se suspendió su partido luego de una agresión de las barras a uno de los jueces de línea. Ya no se puede ni ir a la cancha tranquilo para ver un partido de fútbol, son unos violentos hijos de re mil putas.
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El entrenador de Talleres, Cacique Medina, expresó su descontento con la situación, señalando lo "muy lamentable" que resulta un incidente de esta naturaleza. En sus declaraciones, enfatizó que "venimos a jugar al fútbol, pero la integridad del árbitro estaba afectada. No estaba en condiciones de seguir jugando". Por otro lado, Ernesto Pedernera, director técnico de Godoy Cruz, aportó su visión sobre el incidente. Manifestó que "estoy lejos de la acción, entiendo que existió la agresión, pero también entiendo que se decidió de forma precipitada".
Determinación del árbitro
En una conversación mantenida con el entrenador local, el árbitro Falcón Pérez argumentó que la decisión de suspender el partido no era por una lesión, sino por una agresión. "No vamos a permitir que ninguno de nosotros salga lastimado de un evento deportivo. No tiene que pasar, estamos en 2025, no puede pasar esto", explicó el árbitro. Además, añadió que si no se actúa adecuadamente frente a situaciones como esta, "esto va a seguir". Resaltó que el problema no radica en los jugadores de Godoy Cruz o Talleres, sino en "gente incivilizada".

Este no es un caso aislado. En mayo de 2024, Godoy Cruz también enfrentó un episodio de violencia cuando el micro que transportaba al plantel de San Lorenzo fue atacado con piedras en Mendoza, lo que dejó a varios heridos. Durante ese partido, también se produjeron enfrentamientos entre hinchas que llevaron a la suspensión del encuentro, y el árbitro Nazareno Arasa tomó la misma decisión que Falcón Pérez.
En esa ocasión, Godoy Cruz recibió una dura sanción, y el partido se completó casi cinco meses después, debido a los compromisos de los equipos y la realización de la Copa América en el medio. Estos incidentes han encendido el debate sobre la seguridad en los eventos deportivos y la responsabilidad de los clubes y autoridades en la prevención de la violencia en el fútbol.

La situación actual en el fútbol argentino plantea interrogantes sobre cómo abordar estos problemas de seguridad y qué medidas se están tomando para proteger a los árbitros y jugadores de agresiones durante los partidos. La Liga Profesional de Fútbol ha enfatizado la necesidad de un cambio cultural en el deporte, donde la violencia no tenga cabida y se priorice el respeto y la convivencia pacífica en los estadios.