La pelea entre el ex campeón de peso pesado Mike Tyson y el youtuber Jake Paul, que tuvo lugar el 15 de noviembre de 2024, fue anunciada como uno de los eventos deportivos más esperados del año. Sin embargo, la experiencia de los espectadores se vio empañada por problemas técnicos significativos. Ronald "Blue" Denton, un residente del condado de Hillsborough, Florida, EEUU, alegó que Netflix incumplió su contrato al no proporcionar una transmisión adecuada después de semanas de publicitar la pelea. La demanda, presentada en un tribunal estatal de Florida, busca daños por un monto mínimo de 50 millones de dólares.
Los problemas comenzaron antes del evento, cuando miles de usuarios reportaron dificultades para acceder a la plataforma. Según el sitio Down Detector, alrededor de 85.000 personas informaron problemas con la transmisión. Muchos espectadores se quejaron en redes sociales sobre interrupciones constantes que les impidieron disfrutar del combate. La demanda destaca que "60 millones de estadounidenses estaban emocionados por ver a 'Iron' Mike Tyson enfrentarse a Jake Paul, pero lo que vieron fue 'La peor transmisión del planeta".
Netflix habló de éxito
Netflix reconoció los problemas técnicos y emitió un comunicado en el que afirmaba estar al tanto de las dificultades experimentadas por los usuarios. A pesar de esto, la compañía consideró el evento como un éxito en términos de audiencia, alcanzando picos de 65 millones de transmisiones simultáneas. Sin embargo, la frustración entre los espectadores fue palpable y se tradujo en una serie de quejas masivas.
La situación plantea serias dudas sobre la capacidad de Netflix para manejar eventos deportivos en vivo. Con planes futuros para transmitir juegos de la NFL y otros eventos deportivos importantes, la empresa deberá abordar estas deficiencias técnicas para evitar una repetición del fiasco. Los expertos legales sugieren que esta demanda podría establecer nuevos precedentes para las plataformas de streaming que buscan transmitir deportes en vivo.
El futuro del streaming deportivo
La demanda presentada por Denton no solo busca compensación económica, sino que también pone en tela de juicio las prácticas comerciales y técnicas de Netflix. A medida que el streaming deportivo continúa creciendo en popularidad, los consumidores esperan una experiencia sin interrupciones similar a la televisión tradicional.