Megan Fox, conocida por su papel en Transformers, y el rapero Machine Gun Kelly, cuyo nombre real es Colson Baker, confirmaron su ruptura tras un episodio tenso durante unas vacaciones en Vail, Colorado. La actriz de 38 años, que se encuentra entre cuatro y cinco meses de embarazo, tomó esta decisión después de descubrir material "perturbador" en el teléfono de Kelly. Este incidente ocurrió poco después de que Fox anunciara su embarazo el 11 de noviembre, lo que dejó a muchos sorprendidos por la rapidez con la que se desarrollaron los acontecimientos.
La pareja estaba junta desde 2020, tras la separación de Fox de su exmarido Brian Austin Green. A pesar de los rumores de infidelidad y las controversias en torno a su relación, como las prácticas inusuales que ambos compartieron públicamente, el anuncio del embarazo parecía ser un nuevo comienzo para ellos. Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado con esta separación.
Un amor lleno de controversias
La relación entre Fox y Kelly ha sido objeto de atención mediática desde sus inicios. Desde su compromiso en enero de 2022, donde el rapero de 34 años presentó un anillo diseñado para causar dolor al ser retirado, hasta sus declaraciones sobre rituales de sangre, la pareja ha desafiado las normas tradicionales del amor. Ambos han compartido experiencias intensas que incluyen momentos de reconciliación y ruptura.
Fox ha sido abierta sobre sus luchas personales, incluyendo una pérdida gestacional que sufrió mientras estaba embarazada de Kelly en 2022. En su libro Pretty Boys Are Poisonous, la actriz describe el dolor emocional que enfrentó durante ese tiempo y cómo afectó su relación con el rapero. Esta experiencia trágica fue un factor que complicó aún más su vínculo.
A pesar de las dificultades, Megan ha defendido sus decisiones y ha expresado cómo la percepción pública puede ser errónea. En entrevistas recientes, abordó las críticas hacia sus elecciones personales y reafirmó su conexión con Kelly, describiéndolo como su "alma gemela". Sin embargo, este vínculo se ve puesto a prueba nuevamente con la reciente separación.