El fútbol local está en crisis, en medio de un quiebre entre la ANFP y el Sifup. Esto quedó patente tras un comunicado emitido por la Asociación, que responsabiliza al Sindicato de Futbolistas por la crisis que afecta al balompié. El organismo rector del fútbol en el país afirmó que la movilización del sindicato constituye "un conflicto colectivo ilegal", lo que ha llevado a una serie de reacciones entre los jugadores y los clubes involucrados.
La ANFP subrayó que se jugarán en las fechas establecidas la Supercopa, la Copa Chile y el Campeonato Nacional, destacando que la Supercopa está programada para el próximo 25 de enero en La Serena. Sin embargo, el Sifup no tardó en responder, afirmando que la Supercopa está completamente suspendida. Gamadiel García, presidente del sindicato, expresó su descontento con la postura de la ANFP, señalando que "nos tratan como un sindicato intransigente, cuando estas medidas las venimos pidiendo desde 2017. Me parece que está bastante equivocado".
Conflicto entre clubes y ANFP
García no se detuvo ahí y continuó su crítica hacia las condiciones laborales de los futbolistas. "Dicen que somos intransigentes. Y sí, lo soy. Yo no voy a permitir torneos de 6 a 8 meses, no voy a permitir que los jugadores de segunda viajen toda la noche y lleguen a comerse un pan pelado y que jueguen un partido. No vamos a nivelar para abajo como lo hacen varios equipos", agregó el ex futbolista, dejando claro que la situación actual no es sostenible para los jugadores.
La incertidumbre sobre la realización de la Supercopa entre Colo Colo y Universidad de Chile sigue en aumento. García afirmó que, basándose en el respaldo de los dos clubes, "hoy tenemos la certeza de los planteles de Colo Colo y Universidad de Chile que no se jugará la Supercopa si no hay acuerdo con la ANFP. Los planteles también determinaron de forma unánime el paro. Cuando se llegue a un acuerdo se cambiará, pero no hay avance", lamentó.
La delicada posición de la ANFP
El apoyo de los clubes es crucial en esta disputa, ya que los jugadores han decidido unirse en torno a la causa del Sifup. Esto pone en una posición delicada a la ANFP, que enfrenta la presión tanto de los futbolistas como de los hinchas que desean ver el torneo en marcha. En este contexto, García dejó abierta la posibilidad de diálogo, enfatizando que "según la ANFP el problema somos nosotros. Pero saben que no es así. Como dice el dicho, ordenemos un poquito el gallinero. Hoy el sindicato está dispuesto al diálogo".
La situación en el fútbol chileno refleja una crisis no solo en términos deportivos, sino también en la relación entre los jugadores y los organismos que regulan el deporte. La falta de un acuerdo podría tener repercusiones significativas en la programación de los torneos y en la preparación de los equipos para la temporada que se aproxima.