En el fútbol chileno, la inestabilidad en los cuerpos técnicos es una realidad palpable. A raíz del reciente despido de Fernando Díaz de Coquimbo Unido, se ha evidenciado la precariedad del cargo de director técnico en la Primera División. Con esta salida, ya son once los clubes que han cambiado de entrenador durante la temporada 2024, reflejando una preocupante tendencia en el rendimiento de los equipos. Desde el inicio del año, el desempeño de varios planteles ha llevado a las directivas a tomar decisiones drásticas para intentar revertir la situación.
Un panorama desolador para los entrenadores
El despido de Díaz no es un caso aislado. La mayoría de los cambios en la dirección técnica se han dado por resultados decepcionantes en el campo. Aparte de la salida de Díaz, otros entrenadores como Nicolás Núñez en Universidad Católica, Francisco Meneghini en Everton, y Javier Sanguinetti en Huachipato, también han sido destituidos por la falta de resultados positivos.
La situación es crítica, y solo cinco clubes han logrado mantener a su entrenador durante toda la temporada. Estos son los casos de Jorge Almirón en Colo Colo y Gustavo Álvarez en Universidad de Chile, quienes han liderado a sus equipos en la lucha por el título. Además, destacan los entrenadores nacionales: Miguel Ramírez en Deportes Iquique, Mario Salas en Ñublense y Gustavo Huerta en Cobresal.
La excepción a la regla
Un caso particular es el de Palestino, donde Pablo "Vitamina" Sánchez decidió dejar el club para unirse a Liga Deportiva Universitaria de Quito. A diferencia de otros equipos, donde los cambios de DT son consecuencia de resultados negativos, esta decisión fue un movimiento voluntario del entrenador.