Gustavo Álvarez, técnico de la Universidad de Chile, se prepara para liderar a su equipo en la final de la Copa Chile 2024 contra Ñublense, programada para este miércoles a las 19 horas en el Estadio Nacional. A pesar de haber terminado la temporada como subcampeón del Campeonato Nacional 2024, el entrenador se muestra optimista y "presiona" a su plantel para alcanzar el ansiado título que corone una temporada.
El desafío final del 2024
En la antesala del crucial partido, el director técnico de los azules destacó el ambiente dentro del equipo. "Es parte de nuestra profesión. La principal tarea que tenemos día a día es mejorar. La grandeza no es solo la consecución de los logros, sino también levantarse después de los golpes", afirmó Álvarez, resaltando la capacidad de su equipo para sobreponerse a las adversidades.
El estratega defendió aquellas decisiones que llevaron a que jugadores como Fabricio Formiliano y Cristian Palacios ocupen roles de suplentes. "Todas las decisiones que hemos tomado en los 40 partidos fue por evaluación de rendimiento. El nivel fue superlativo, de menos a más, y llegó a un momento que han salido jugadores con buen rendimiento", explicó.
La hinchada de la U genera respeto, admiración y emoción. Si bien uno está centrado en lo profesional, el hincha de la U emociona por su pasión y gratitud por el equipo
Gustavo Álvarez
Álvarez también se mostró confiado en poder contar con Maximiliano Guerrero y Fabián Hormazábal para la final, a pesar de estar en la selección chilena en este momento. "Están en la citación. Que estén en la selección distingue el proceso, no hay que olvidar desde dónde llegaron al club", afirmó, añadiendo que conversará con ellos antes de definir la alineación.
Respecto de la conexión emocional entre el club y sus fanáticos, Álvarez dijo que "la hinchada de la U genera respeto, admiración y emoción. Si bien uno está centrado en lo profesional, el hincha de la U emociona por su pasión y gratitud por el equipo. Logramos que el club, plantel, cuerpo técnico e hinchas sintonicen futbolística y emocionalmente de la misma forma. Necesitamos coronar todo lo bueno que se hizo con un título", enfatizó el DT.
Polémica por el estadio de la final
A pesar de los cuestionamientos sobre la elección del Estadio Nacional como sede para la final, Álvarez minimizó las críticas. "Va a ser una final reñida. Siempre estuvo en el calendario que se jugaba en Concepción esta final y después apareció la falta de disponibilidad hotelera. Esto cambió a último momento. No lo considero una ventaja", explicó, también haciendo referencia a las declaraciones de su colega, Mario Salas.
Álvarez mostró respeto hacia el trabajo de Salas y su equipo, afirmando que no se involucra en decisiones de programación de partidos. "Es el calendario. Tengo admiración por Mario Salas. Ñublense es un buen equipo. No intervengo en la programación de los partidos, hubo postergaciones por diferentes razones. A veces jugar seguido te da mucho ritmo. No soy quién para juzgar las palabras de Mario Salas", concluyó.
Sobre la situación de Marcelo Morales, quien fue desafectado de la selección chilena, Álvarez confirmó que está citado para la final. "Una vez que termine el torneo se hará un tratamiento que le permita estar 100 por ciento rehabilitado para la pretemporada. Está citado y puede competir mañana", afirmó.