La asamblea del Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP) decidió, de manera unánime, paralizar indefinidamente el fútbol en Chile. La medida surge tras la reciente aprobación de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de un cambio en las bases de la Segunda División Profesional, que restringe la participación a jugadores menores de 23 años. Esta decisión ha generado un fuerte rechazo entre los futbolistas, quienes temen por su futuro laboral y la calidad de la competencia.
Reacción de los futbolistas
Durante la jornada del viernes, los representantes de los clubes profesionales se reunieron con el objetivo de discutir la situación actual del balompié nacional. Tras evaluar la decisión de la ANFP, los futbolistas manifestaron su descontento y optaron por iniciar un paro indefinido que afecta todos los torneos programados, incluyendo la Supercopa, la Copa Chile y el Torneo Nacional. La postura del sindicato se fundamenta en que el Consejo de Presidentes no consideró las propuestas que habían presentado para la temporada 2025.
"Esta decisión se fundamenta en que el Consejo de Presidentes no aceptó ninguna de las medidas que efectuamos a la ANFP para la temporada 2025 y a la decisión arbitraria e ilegal de transformar la Segunda División en una categoría sub 23", indicaron en un comunicado oficial. Este cambio en las reglas provoca una preocupación significativa entre los futbolistas, quienes ven afectadas sus oportunidades de juego y desarrollo profesional.
Impacto en el fútbol chileno
La paralización indefinida genera incertidumbre en el calendario del fútbol nacional, ya que actualmente no hay programación para el inicio de la temporada. Los dirigentes de los clubes también se encuentran en una situación complicada, pues deberán lidiar con las consecuencias de esta medida en sus plantillas y en la relación con los aficionados.
El SIFUP ha reclamado que la decisión de limitar la participación en la Segunda División a futbolistas sub 23 es "una medida que atenta contra los derechos laborales de los jugadores". Este cambio no solo afectará a los profesionales que actualmente compiten, sino que también dificultará la inserción de nuevos talentos en el fútbol nacional, lo que podría perjudicar a largo plazo el desarrollo del deporte en el país.
En búsqueda del diálogo
Por el momento, los futbolistas han expresado su disposición a mantener la paralización hasta que la ANFP reconsidere su postura y busque un diálogo que permita encontrar soluciones favorables para todos los actores involucrados en el fútbol chileno. Los próximos días serán cruciales para determinar si se logrará llegar a un acuerdo que permita la reanudación de las actividades deportivas.
La situación del fútbol en Chile se encuentra en una encrucijada, con la necesidad urgente de un entendimiento entre las partes. La falta de programación y la incertidumbre generan un escenario crítico que podría tener repercusiones tanto en la industria del deporte como en la vida de los jugadores. Es un momento decisivo que pone de manifiesto la tensión entre las decisiones administrativas y los derechos de los deportistas.
La comunidad futbolística ahora espera que se inicie un diálogo constructivo que permita resolver esta crisis y que el fútbol chileno pueda volver a la normalidad en el menor tiempo posible. Sin embargo, por el momento, el futuro del campeonato nacional sigue en suspenso, con los jugadores firmes en su decisión de no jugar hasta que se revisen las nuevas regulaciones impuestas por la ANFP.