China implementará nuevos aranceles a productos estadounidenses, lo que intensificará la guerra comercial entre ambos países. A partir del sábado 10 de febrero, el gobierno de Xi Jinping aplicará un gravamen del 15% a las importaciones de carbón y gas natural licuado, y del 10% a productos como petróleo crudo, maquinaria agrícola, camionetas y autos de lujo.
Esta decisión fue anunciada por el Ministerio de Finanzas de Beijing, en respuesta a las políticas comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Actualmente, China es el principal importador mundial de gas natural licuado, con Australia, Qatar y Malasia como sus principales proveedores. Aunque Estados Unidos lidera el mercado global de GNL, sus exportaciones hacia China son mínimas.
Reacción ante las medidas estadounidenses
Desde el Ministerio de Finanzas de China, se expresó que "el aumento unilateral de los aranceles por parte de Estados Unidos viola gravemente las normas de la Organización Mundial del Comercio". Además, se indicó que esta acción no solo es ineficaz para resolver los problemas internos de Estados Unidos, sino que también perjudica la cooperación económica y comercial entre ambas naciones.
Por otro lado, el Ministerio de Comercio y la Administración de Aduanas de China también anunciaron la imposición de controles a la exportación de minerales estratégicos, como tungsteno, telurio, rutenio y molibdeno. Esta medida se justificó bajo el argumento de "proteger la seguridad nacional", marcando así un nuevo capítulo en la prolongada guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
En Estados Unidos, se mantiene un arancel adicional del 10% sobre todas las importaciones provenientes de China, lo que complica aún más las relaciones comerciales.
Justificación de Trump y el foco en el fentanilo
Donald Trump defendió los nuevos aranceles como una presión adicional para que China detenga el envío de fentanilo hacia Estados Unidos. "China tiene que dejar de enviarnos fentanilo. Si no lo hacen, los aranceles van a subir aún más", advirtió Trump en una declaración reciente.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, añadió que "el presidente va a imponer el 10% de aranceles a China por el fentanilo ilegal que producen y que permiten distribuir en nuestro país y por los migrantes que entran ilegalmente en Estados Unidos". Esta postura subraya la creciente tensión entre ambas naciones, con el fentanilo como un tema central en la discusión.
Desde la perspectiva china, se considera que la crisis del fentanilo es una "cuestión interna" de Estados Unidos, lo que indica que las relaciones entre ambos países están lejos de normalizarse. Las medidas arancelarias y el control de exportaciones son reflejos de las tensiones existentes y de la lucha por la hegemonía económica global.