Recientemente, la seguridad del castillo de Windsor se vio comprometida cuando dos intrusos accedieron a la propiedad durante la noche, publicó en exclusiva The Sun. El hecho ocurrió mientras el Príncipe y la Princesa de Gales, junto con sus hijos, se encontraban en su hogar, lo que ha elevado los niveles de alarma sobre la seguridad en una de las residencias más emblemáticas de la familia real británica.
Los ladrones lograron escalar una cerca de aproximadamente dos metros y entraron a la zona agrícola del castillo, donde sustrajeron vehículos agrícolas. Utilizando un camión robado, los intrusos rompieron una barrera de seguridad para escapar, lo que indica que habían planeado el asalto con anticipación. Fuentes cercanas al caso sugieren que los delincuentes debieron haber estado observando el lugar durante un tiempo antes de llevar a cabo su acción.
Este incidente se produce en un contexto donde se han realizado cambios significativos en las medidas de seguridad del castillo. Recientemente, se retiraron las patrullas armadas de las principales entradas públicas, lo que ha suscitado críticas y preocupaciones sobre la eficacia de las medidas de protección.
Reacciones ante el incidente
El hecho ha generado una ola de reacciones tanto en los medios como entre los ciudadanos. Muchos expresan su inquietud sobre cómo es posible que se haya producido un asalto en una propiedad tan custodiada. La familia real no estaba presente durante el incidente, ya que el Rey Carlos III y la Reina Camila se encontraban fuera del país. Sin embargo, el Príncipe William y su familia estaban en Adelaide Cottage, a solo unos minutos del lugar del asalto.
La policía local confirmó que el incidente ocurrió alrededor de las 23:45 y que los ladrones lograron llevarse un vehículo y una moto cuatrimoto antes de huir hacia áreas cercanas. Hasta el momento, no se han realizado arrestos y la investigación continúa para dar con los responsables.
Un llamado a mejorar la seguridad
Este asalto no es un hecho aislado; ha reavivado el debate sobre la seguridad en propiedades reales y la necesidad de reforzar las medidas protectoras. La decisión reciente de reducir la presencia policial armada ha sido cuestionada por expertos en seguridad, quienes advierten que este tipo de incidentes podría repetirse si no se toman medidas adecuadas.
La familia real siempre ha estado bajo un intenso escrutinio público, y cualquier brecha en su seguridad puede tener repercusiones significativas tanto para ellos como para el público. La situación actual resalta la importancia de mantener altos estándares de seguridad para proteger a figuras públicas y sus familias.