En un episodio que generó gran controversia en las redes sociales, Rubén Gisbert, un abogado e influencer español, fue captado mientras se arrodillaba deliberadamente en el barro de las calles inundadas de Valencia, en medio de las mortales inundaciones que han afectado a la Comunidad Valenciana y a Cataluña, informó el Daily Mail. Este acto ocurrió durante la filmación de un segmento para el programa Horizonte, de Cuatro Televisión, dirigido por el periodista Iker Jiménez. La escena fue grabada por un espectador que observó desde su ventana y rápidamente se volvió viral, desatando una ola de indignación entre los ciudadanos y los afectados por las recientes inundaciones en la región.
Un show en medio del drama de Valencia
Valencia había estado sufriendo las consecuencias devastadoras de fuertes lluvias que causaron inundaciones masivas y daños significativos a la infraestructura local. Las comunidades estaban en estado de emergencia, con miles de personas afectadas y muchas aún sin acceso a servicios básicos. En este contexto crítico, Gisbert decidió cubrir la situación para el programa de televisión, pero su enfoque fue considerado inapropiado y poco ético.
¡NO OS FIÉIS DE NADIE ESTOS DÍAS!
— Alán Barroso (@AlanBarrosoA) November 4, 2024
El agitador Rubén Gisbert se da cuenta de que está poco manchado antes de entrar al programa de Iker Jiménez y literalmente se tira al suelo de rodillas para mancharse más. Después dice “estamos listos”. pic.twitter.com/paXPIeYnzB
El video mostró a Gisbert arrodillándose para asegurarse de que sus rodillas estuvieran cubiertas de barro antes de comenzar su transmisión. A pesar de que el influencer argumentó que su intención era mantener la continuidad visual del reportaje, muchos lo acusaron de falta de respeto hacia las víctimas de la tragedia. Las redes sociales estallaron con comentarios negativos, donde los usuarios expresaron su desdén por lo que consideraron una manipulación sensacionalista del sufrimiento ajeno.
Reacciones y consecuencias
La reacción no se hizo esperar. Iker Jiménez, al enterarse del incidente, expresó su sorpresa y decepción a través de sus redes sociales. Afirmó que nunca había solicitado a Gisbert que dramatizara la situación y que su comportamiento era "estúpido". Jiménez subrayó que este tipo de acciones iban en contra de la ética periodística y que no podía seguir contando con él como colaborador en el programa. Gisbert fue despedido ante la impresentable actitud que tuvo cubriendo el drama de Valencia.
Estoy perplejo. Un video de Ruben Gisbert, persona nacida allí, me ha amargado el día. Mancha una labor encomiable que estamos haciendo y no nos merecemos,
— Iker Jiménez (@navedelmisterio) November 4, 2024
Tomaré mis medidas. pic.twitter.com/QvMCfqJVJT
Gisbert, por su parte, intentó defenderse afirmando que su acción tenía como objetivo asegurar la coherencia entre las tomas del video. En un mensaje publicado en sus redes sociales, pidió disculpas por lo sucedido pero también mostró frustración ante la reacción del público. Afirmó: "No pensé que la gente me observara tan detenidamente", tratando de justificar su decisión como parte del proceso creativo detrás del reportaje.
Sin embargo, esta defensa no logró calmar a quienes lo criticaron. Muchos consideraron su gesto como una falta total de empatía hacia aquellos que habían perdido todo debido a las inundaciones. "¿Cómo puede alguien ser tan insensible?", preguntó un usuario en Twitter, mientras otros lo llamaron "vultur" (buitre) por aprovecharse del sufrimiento ajeno para ganar notoriedad.
El influencer, de todas formas, aseguró que las críticas eran muy duras, acusando un tema político detrás, un mensaje que confirma los cuestionamientos que pesan sobre él.
Lo lamento, COMETI UNA ESTUPIDEZ que se está utilizando por quienes SI FINGEN y MIENTEN. pic.twitter.com/Qjg4lK9Xlr
— Rubén Gisbert (@gisbert_ruben) November 5, 2024
La búsqueda continua
Mientras tanto, Valencia continuaba lidiando con las secuelas del desastre natural. Las autoridades locales se encontraban en plena búsqueda de personas desaparecidas y en la limpieza de escombros y barro acumulados tras las inundaciones. El número oficial de muertos ascendía a 217, con muchas personas aún reportadas como desaparecidas. La situación era crítica, con miles de ciudadanos clamando por ayuda y recursos básicos.
La indignación pública no solo se centró en Gisbert; también hubo protestas contra el gobierno local por su respuesta tardía ante la crisis. Durante una visita oficial del Rey Felipe VI y otros líderes políticos a Paiporta, uno de los municipios más afectados, los residentes expresaron su frustración lanzando barro hacia ellos. Este acto simbólico reflejó el profundo descontento con las autoridades y su aparente falta de acción ante una tragedia tan devastadora.
A medida que la comunidad valenciana luchaba por recuperarse, el caso de Rubén Gisbert sirvió como recordatorio sobre la importancia de tratar con respeto y dignidad a quienes sufren en circunstancias difíciles.