Donald Trump sorprendió al mundo con un bizarro plan para reconstruir la Franja de Gaza tras la. ocupación de Israel. El presidente habló de que Estados Unidos tomaría el control de los territorios palestinos y llevaría adelante un proceso de reconstrucción que involucraría trasladar a la población gazatí a países árabes.
Los dichos de Trump no solo sorprendieron a todos los líderes mundiales, sino que también generó un total rechazo de la comunidad internacional, al punto que la Casa Blanca tuvo que salir a explicar las palabras de Trump. Un acto comunicacional que básicamente fue corregir todo lo que horas antes había comentado el presidente.
La Casa Blanca afirmó que Donald Trump no enviará tropas estadounidenses a la Franja de Gaza como parte de su plan que busca tomar control de la Franja y reubicar temporalmente a los palestinos gazatíes. Durante una conferencia de prensa, la portavoz Karoline Leavitt detalló que el presidente considera importante que Estados Unidos participe en la reconstrucción del territorio para lograr la estabilidad en la región.
Detalles del Plan de Trump
Leavitt aclaró que el objetivo de Trump es que los palestinos sean "reubicados temporalmente" fuera de Gaza en lugar de ser asentados de forma permanente en países árabes como Egipto. La portavoz subrayó que "al presidente le ha quedado muy claro que Estados Unidos debe participar en este esfuerzo de reconstrucción para garantizar la estabilidad en la región para todos". Sin embargo, enfatizó que esto no implica la presencia de tropas en el terreno ni el financiamiento por parte de los contribuyentes estadounidenses.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de enviar tropas para expulsar a los palestinos, Leavitt reiteró que la prioridad de Trump es la reconstrucción del enclave. El presidente, quien se autodenomina "el mejor negociador del planeta", busca llegar a un acuerdo con socios en la región. En una rueda de prensa anterior junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Trump no descartó el envío de tropas para apoyar la reconstrucción y aseguró que Estados Unidos hará "lo que sea necesario" para llevar a cabo ese proyecto.
Durante esa conferencia, Trump presentó su visión para Gaza, que incluye el control estadounidense a largo plazo y la transformación del territorio en lo que describió como la nueva "Riviera de Oriente Medio". Este enfoque se asemeja a un proyecto inmobiliario, una estrategia que ha sido clave en su carrera empresarial. Afirmó que es difícil imaginar que alguien desee vivir en un lugar devastado por la guerra, al que se refirió como una "zona de demolición".

La propuesta de Trump ha generado un fuerte rechazo internacional. Los palestinos consideran que la Franja de Gaza, junto con Cisjordania y Jerusalén Este, debe formar parte de un futuro Estado palestino. La reubicación forzada de los dos millones de habitantes de Gaza sería vista como un ataque directo a este concepto de autodeterminación.
Reacciones Internacionales
Países de Oriente Medio, aliados de Estados Unidos, la ONU y líderes palestinos manifestaron su oposición a la propuesta de Trump. "No permitiremos que se violen los derechos de nuestro pueblo", declaró el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, quien también rechazó "enérgicamente" la idea. Para muchos palestinos, cualquier intento de desplazarlos evoca el trauma de la Nakba, el desplazamiento masivo de palestinos tras la creación del Estado de Israel en 1948.
Ahmed Halasa, un residente de Gaza, expresó su angustia: "Soy gazatí, mi padre y mi abuelo son originarios de aquí (...) Solo tenemos una opción: morir o vivir aquí". Por su parte, el portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se opuso a cualquier intento de "limpieza étnica" en Gaza.
Asimismo, el rey Abdalá II de Jordania reafirmó su rechazo a cualquier intento de desplazamiento de la población palestina, y mediadores en el conflicto como Egipto y Catar también se opusieron a la propuesta. La Liga Árabe la calificó de "receta para la inestabilidad", mientras que Turquía y otros países, incluidos Francia, España y Alemania, expresaron su desacuerdo. La Unión Europea subrayó que Gaza es una "parte integral" de un futuro Estado palestino.